La Guinness Storehouse es un punto obligado para cualquier visitante de Dublín, guste o no de la cerveza, ya que habla de la historia del lugar, y de la importancia tan grande que ha tenido por siglos la industria cervecera en esta área del mundo, para su desarrollo y economía.
El edificio es reconocible desde lejos, ya que tiene forma de pinta, la más grande del mundo, cabe mencionar.
Con tal dato, podrás comprobar que todo, desde fuera hasta adentro, de inicio a fin, se trata sobre la cerveza de Guinness, y la magia que existe para crearla y llevarla hasta el rincón más alejado del mundo.
La importancia de Guinness como marca va mucho más allá que solo las cervezas, ya que en cuestión de publicidad y diseño ha marcado pautas desde hace décadas, y seguro sabrás que los Récords Guinness surgieron gracias a un pub irlandés, y varias cervezas Guinness.
¿Guinness Storehouse?
La Guinness Storehouse es una mezcla bastante particular de un museo interactivo, con una fábrica, y un pub clásico de Irlanda, todo sobre la empresa Guinness y las delicias que allí se crean, y que maravillan al mundo, desde hace muchos años.
Si eres amante de la cerveza, o simplemente quieres aprender más sobre esta bebida, puedo asegurarte que éste es el lugar ideal a visitar en Dublín.
Lo que obtendrás allí a cambio de algo de dinero y parte de tu tiempo, durará por siempre, y te dará mucho tema de conversación para las siguientes veces que estés degustando alguna cerveza en compañía.
Lo que debes saber de esta fábrica de cerveza
La construcción de la fábrica de Guinness, conocida como Guinness Storehouse, ocurrió en entre 1902 y 1904. Su función original era la de elaborar cervezas de dicha marca, y lo hizo así hasta 1988, tiempo en el que comenzó a evolucionar hasta llegar a lo que vemos ahora, una versión que incluye mucho más que una fábrica.
Dicha evolución fue gradual, ya que no alcanzó el nivel actual en un instante, con la participación de afamadas compañías de diseño y arquitectura, logró su cometido actual.
Es así que ahora la fábrica ubicada en St. Jame’s Gate ya no es sólo una fábrica, sino la sede de una de las experiencias más recomendables a vivir en todo Irlanda.
Si alguna vez viste “Charlie y la Fábrica de Chocolates” de niño, es muy probable que cuando visites la Guinness Storehouse sientas la misma magia.
Claro, que ahora como adulto la cerveza será el punto de atracción en la visita, pero fuera de eso, lo que vivirás dentro es totalmente comparable.
¿Qué ver en la Guinness Storehouse?
Dentro de la fábrica de Guinness se pueden observar los procesos de elaboración de la cerveza, en todas sus variedades. Además de conocer sobre los métodos que antes se utilizaban, y los utensilios para ello.
La fábrica está equipada con una zona de exposición con múltiples piezas, y otras que son interactivas incluso, permitiendo que los visitantes participen en la producción hasta cierto punto.
Igualmente tiene en su interior un pub bastante completo, en donde se puede degustar una pinta de Guinness, incluida en el costo de entrada. De tal forma, se cierra el ciclo perfectamente, desde aprender cómo se elabora la cerveza, hasta beber una.
Pero todo esto es apenas a grandes rasgos lo que ofrece la Guinness Storehouse, ya que dentro se puede encontrar mucho más, y de ello te hablaré a continuación.
El contrato de alquiler del edificio
El recorrido inicia con un dato bastante impactante, ya que prácticamente en la entrada puedes ver el contrato de arrendamiento del edificio a la fábrica de Guinness. Dicho contrato tiene una duración de ¡9 mil años!.
Tal proeza fue conseguida por Arthur Guinness en 1759, por lo que se asegura, a medida de posible, que la empresa tendrá esa fábrica allí por poco más de 8 mil años más.
¿Cómo se hace la cerveza?
Los ingredientes de la cerveza Guinness son agua, lúpulo, cebada y levadura, todos estos ingredientes son indispensables para conseguir la famosa cerveza de Irlanda.
La mezcla correcta de estos ingredientes, en proporciones y métodos, hacen que se consiga tan característico sabor.
Durante la visita te hacen demostraciones de todo el proceso, algo muy divertido y entretenido.
Los visitantes presencian el momento de su elaboración y pueden también conocer los avances con respecto a la maquinaria antigua y cómo almacenaban y transportaban la cerveza.
Marketing y publicidad
La publicidad de la Guinness siempre ha sido muy particular, y se distingue de la gran mayoría de empresas en todo el mundo, desde hace más de 100 años, cuando se comenzaron a implementar campañas publicitarias de gran alcance y ambición.
Tales muestras se encuentran en el segunda planta del edificio, y la más impresionante es la lograda en 1916, cuando se lanzaron cientos de Guinness al mar, con mensajes escritos dentro.
Tal campaña publicitaria tuvo mucho existo, y los resultados se vieron durante años, ya que había personas que emocionadas encontraban las botellas, y siempre había la posibilidad de encontrar más, sin importar que hubieran pasado más de 10 años.
Junto a ella, se encuentran muchas otras campañas exitosas, mostradas en un área que sirve también de tributo al líder publicista de la compañía.
En el museo se hacen juegos como por ejemplo el de las competiciones de servir pintas, cuyo premio al ganador es un diploma que lo acredita como oficial en el área. Sin duda tener un diploma como esto es digno de presumir entre amigos.
Gravity Bar
Gravity Bar es un bar que se sitúa en la parte final de la visita y donde podrás descansar.
Es el lugar ideal para descansar tras el recorrido, además de poder disfrutar del resultado final del proceso: la cerveza.
Guinness ofrece a sus visitantes una pinta sin coste, en el punto más alto del edificio, ya que el Gravity Bar tiene una vista única de la zona, pudiendo divisar desde allí varios puntos de la ciudad.
Entradas, precio y horario
El edifico de la Guinness Storehouse se encuentra en St, Jame’s Gate, Ushers, en Dublín 8. Es una zona bastante popular de Dublín, por lo que no tendrás problema alguno en dar con ella.
Los horarios de visita se inician a las 9:30 de la mañana y terminan a las 7:00 de la tarde, pero la última persona podrá entrar hasta las 5:00 de la tarde, momento en el que se cierra el acceso. Esto de lunes a domingos.
Los horarios sólo cambian en los meses de julio y agosto, cuando abren a las 9:00 de la mañana, y cierran a las 8:00 de la noche, permitiendo la última entrada a las 6:00 de la tarde. Los únicos días que no abren son el 24 y 25 de diciembre, y el día de San Patricio.
Si tienes la tarjeta descuento de Dublin podrás entrar sin coste alguno al museo. Si no, su precio es de 25 euros.
Pero la mejor forma de ir a este sitio es por medio de una visita guiada como la que propone Civitatis, en la que un guía en español nos cuenta todos los secretos e historias de esta fábrica durante 2 horas. Además, te invitan a una pinta de cerveza en el bar del recinto.
¿Cómo llegar?
Visitar el museo de Guinness en Dublín es muy sencillo, ya que hay un montón de medios de transporte que te permiten llegar.
Los autobuses que llegan a la fábrica de Guinness son los siguientes números: 51B y 78ª desde Aston Quay; y 123 desde O’Connell Street.
- Si decides ir en el tranvía, debes bajarte en Saint Jame (línea roja).
- También puedes llegar a pie desde el casco histórico de la ciudad. Es una ruta aconsejable si deseas visitar otras zonas aledañas.
- Si tienes coche, existen muchos parkings de plaza libre donde puedes dejar el coche y llegar caminando a la fábrica de Guinness.