El Castillo de Dublín fue construido en el siglo XIII sobre un asentamiento vikingo y a pesar de que te imagines una fortaleza medieval con torres imponentes y muros gruesos, lo que realmente encuentras es una mezcla de estilos arquitectónicos que cuentan la historia de su evolución a lo largo de los siglos.
Este emblemático castillo, situado en Dame Street, ha cumplido diversas funciones a lo largo de los años: desde asentamiento vikingo, fortaleza militar, residencia real, hasta sede de la Administración Inglesa en Irlanda. Hoy en día, se ha transformado en un espacio para recepciones y eventos culturales, manteniendo así su relevancia en la vida de Dublín.
Una de las peculiaridades del Castillo de Dublín es su aspecto exterior. Tras un devastador incendio en 1684 tuvo que ser reconstruido, lo que le otorgó una apariencia menos glamurosa y más acorde a las tendencias arquitectónicas de la época.
Pero no te dejes engañar por su fachada moderna; el interior conserva estancias impresionantes de antiguos miembros de la realeza. Estas dependencias están adornadas con lujosos muebles, preciosas alfombras y elegantes lámparas.
Además de su riqueza arquitectónica y decorativa, el Castillo de Dublín es un lugar perfecto para aprender más sobre la historia de Dublín y de Irlanda en general. A pesar de que las visitas guiadas se realizan principalmente en inglés, poder recorrer sus pasillos, salas y habitaciones es una gran oportunidad única para acercarse a los secretos y anécdotas de este lugar.
Por si fuera poco, cerca del castillo puedes visitar otros lugares muy interesantes como la Biblioteca Chester Beatty, el Ayuntamiento de Dublín, la Catedral Christ Church y el animado barrio de Temple Bar.
Historia del castillo de Dublín
La historia del Castillo de Dublín es un relato que comienza como parte de un asentamiento vikingo (al igual que otros muchos monumentos de la ciudad), construida en los primeros años del siglo XIII.
La elección de este lugar para construir un castillo no fue casual. Era un sitio estratégico, una posición de poder que reflejaba la dominación y el control, y eso se refleja en que ha sido fortaleza militar, residencia real y sede de la administración inglesa. Este cambio de roles ilustra la evolución del poder político en la isla con el paso de los siglos.
En 1922 se produce la independencia de Irlanda y el Dublin Castle fue transferido del dominio británico al gobierno irlandés. De esta forma, el castillo, que una vez fue símbolo de la opresión y el control extranjero, se convirtió en un emblema de soberanía irlandesa.
A lo largo de su historia ha sufrido numerosos cambios y reconstrucciones, especialmente después del gran incendio de 1684 que obligó a una reconstrucción casi total que transformó la apariencia del castillo. Este nuevo aspecto es menos medieval pero no han borrado su esencia; por el contrario, han añadido capas de historia y complejidad a su estructura.
Además, el Castillo de Dublín también ha sido un escenario clave de eventos sociales y culturales importantes. A lo largo de los siglos, ha sido testigo de ceremonias, celebraciones y momentos decisivos en la vida de la nación y por lo que están tan orgullosos de él todos los dublineses.
Visita al Castillo de Dublín
Visitar el Castillo de Dublín significa recorrer un edificio histórico y en donde podrás admirar su arquitectura así como entender los eventos que han dado forma a su presente. Proporciona una una buena base de la evolución política y social de Irlanda y permite a los visitantes experimentar el esplendor de tiempos pasados.
Lo que nosotros te recomendamos es que hagas una visita guiada al castillo, ya que es la mejor manera de apreciar plenamente su riqueza histórica y cultural.
Las tres que más nos gustan son las siguientes:
- Dublín: acceso rápido al Libro de Kells y visita al castillo
- Dublín: Visita guiada histórica a pie y entrada al Castillo de Dublín (en castellano)
- Dublín: Lo más destacado y los rincones ocultos a pie
Es importante mencionar que la mayoría de las visitas guiadas se realizan en inglés (menos la segunda que te hemos propuesto).
De todos modos, si quieres visitar el castillo por tu cuenta puedes hacerlo sin problemas. Estas visitas autoguiadas suelen durar alrededor de 45 minutos y podrás tener una mirada detallada a las estancias más importantes del castillo.
Comenzando por el Rellano de las Hachas de Guerra, donde se situaba la guardia real, los visitantes pasan a través de salas emblemáticas como la Sala de James Connolly, el Salón Granard, y las habitaciones del Rey y la Reina. El recorrido termina en el fabuloso Salón del Trono, testigo de las decisiones y eventos que tuvieron lugar en sus muros.
Además, la visita ofrece la posibilidad de conocer la Torre de la Pólvora y la bóveda subterránea. Aquí, los visitantes pueden contemplar los restos de las adoquinadas calles de Dublín del siglo X.
La arquitectura del Castillo de Dublín
Como te acabamos de decir, el castillo original fue construido en el siglo XIII pero ha experimentado numerosas modificaciones y reconstrucciones, cada una añadiendo su propia huella y carácter al edificio.
La estructura original fue de estilo normando, característico de la arquitectura medieval. Sin embargo, el incendio de 1684 fue un punto de inflexión en su diseño. La reconstrucción posterior al incendio introdujo elementos del estilo georgiano, que era popular en esa época.
Lo que más sorprende a los visitantes es el contraste entre el exterior y el interior del castillo. Mientras que el exterior puede parecer sobrio y menos ornamentado que otros castillos europeos de la misma época, el interior es muy lujoso. Aquí, los visitantes pueden admirar habitaciones que reflejan la riqueza y el poder de los antiguos ocupantes del castillo.
Además, a lo largo de los años, se han añadido nuevos edificios y secciones, cada uno reflejando las tendencias arquitectónicas de la época. Esto ha resultado en un complejo de edificios realmente singulares y que hacen que este lugar sea tan interesante.
Los dos elementos arquitectónicos que más llaman la atención son:
- La torre de la Pólvora, uno de los pocos vestigios del castillo medieval.
- La bóveda subterránea del castillo es otro punto fascinante, donde los visitantes pueden ver los restos de las antiguas calles adoquinadas de Dublín.
El interior del Castillo
El interior del Castillo es un despliegue de lujo, historia y arte reflejando diferentes periodos y estilos que se han superpuesto a lo largo de los siglos. A medida que los visitantes recorren el castillo, se encuentran con una serie de estancias que ofrecen una visión de cómo era la vida de la realeza.
Los apartamentos reales son, quizás, los más impresionantes ya que están decorados mostrando el nivel de vida en la corte. Cada elemento ha sido cuidadosamente seleccionado para reflejar la importancia y el poder de sus antiguos ocupantes.
El Salón del Trono es otro punto destacado del recorrido. Este espacio era el centro del poder y la autoridad en el castillo, donde se llevaban a cabo ceremonias importantes y se tomaban decisiones cruciales.
Como ves, visitar el interior del Castillo de Dublín es algo que no te puedes perder. Para aquellos interesados en la historia, la arquitectura, o simplemente en la belleza y el esplendor, el interior ofrece una experiencia inolvidable que te recomendamos hacer.
Horarios, precios y cómo llegar
Para planificar una visita al Castillo de Dublín, es importante tener en cuenta los horarios, precios y opciones de transporte, de forma que puedas disfrutar plenamente de tu visita a este emblemático lugar.
Horarios:
El Castillo de Dublín está abierto todos los días de 9:45 a 17:45 horas, lo que permite a los visitantes flexibilidad para organizar su visita. Y la última hora para entrar es a las 17:15 horas.
Precios:
El precio de la entrada al castillo depende de la edad y el tipo de visita (normal o guiada).
- Los precios para adultos rondan los 8 euros para la entrada regular y 12 euros para la visita guiada.
- Hay tarifas reducidas para estudiantes y mayores de 60 años por 6 euros.
- Los niños menores de 12 años no tienen que pagar.
Transporte:
Llegar al Castillo de Dublín es relativamente sencillo a través del transporte público, ya que cuenta con varias líneas de autobús (líneas 50X, 56A, 77, 77A, 77X, 150 y 151), que tienen paradas cercanas en Werburgh St.
Además, es muy importante que reserves con antelación, especialmente durante la temporada alta, para asegurarse de conseguir entrada y evitar largas esperas.
¿Vale la pena la visita al Castillo de Dublín?
Una de las preguntas que más nos hacen es si de verdad vale la pena la experiencia. La respuesta para la mayoría de personas es que sí, pero en gran parte depende de tus intereses y expectativas. Aun así, hay varios aspectos que hacen que esta visita sea especial para la mayoría de los viajeros:
Conoce la historia:
- El Castillo de Dublín ofrece una oportunidad única para entender los cambios políticos y sociales que han moldeado la nación. Cada habitación y cada pasillo cuentan una parte de la historia irlandesa, desde su período como asentamiento vikingo hasta su papel en la independencia de Irlanda.
Arquitectura:
- Para los amantes de la arquitectura y el arte, el castillo es un gran conjunto de estilos y diseños que han evolucionado a lo largo de los siglos. La mezcla de elementos normandos y georgianos, junto con los lujosos interiores, hacen que la visita merezca mucho la pena.
Cultura:
- Actualmente el Castillo de Dublín es un punto importante de la cultura contemporánea de Irlanda ya que en él se realizan muchos eventos y ceremonias de la vida de la ciudad.
Por lo tanto, si se considera el buen horarios del recinto, los precios y la facilidad de acceso, el castillo es una opción muy interesante para todo tipo de viajeros. La experiencia educativa y cultural e histórica lo convierte en una visita obligada en Dublín.
Lugares y atracciones cercanas
Una vez que hayas explorado el Castillo de Dublín puedes ir a otras atracciones interesantes y lugares de interés cultural. Los más recomendables son los que te proponemos a continuación:
Biblioteca Chester Beatty:
A solo 84 metros del castillo, la Biblioteca Chester Beatty es una parada obligatoria para los amantes de la historia y la literatura. En ella hay una de las mejores colecciones de manuscritos y libros raros de todo el mundo.
Ayuntamiento de Dublín:
A tan solo 119 metros, encontrarás el Ayuntamiento de Dublín, un magnífico ejemplo de la arquitectura georgiana. Además, en su interior suele haber exposiciones y eventos que profundizan en el pasado de la ciudad irlandesa.
Catedral Christ Church:
A 287 metros del castillo se encuentra la Catedral Christ Church que es otra joya arquitectónica y espiritual, por lo que puedes ir a pie sin problemas. Esta catedral de estilo gótico es un lugar de peregrinación y culto en Dublín.
Dublinia:
A 323 metros, el museo vikingo llamado Dublinia ofrece una experiencia interactiva que te transportará al Dublín más medieval. Es una atracción educativa que es perfecta para familias y cualquiera interesado en la historia de la ciudad.
Temple Bar:
Finalmente, a 346 metros está el famoso barrio de Temple Bar, conocido por su vida nocturna, galerías de arte y restaurantes. Es el lugar ideal para terminar tu día con una comida deliciosa amenizada por música en vivo.
¿Qué te ha parecido la visita al Castillo de Dublín?. Esperamos que ahora puedas organizar mejor tu viaje a la capital de irlanda y disfrutes de unas estupendas vacaciones.